Muchas horas, tantas que pueden llegar a ser una vida, o al menos una gran parte de una. ¿Cuantas historias, anécdotas, risas y curiosidades hemos compartido o han ocurrido? Más de las que incluso podemos recordar.
Hemos llegado hasta este 2008. Algunas quizá se han quedado por el camino de aquel empiece en nuestro Rincon propio. Otras irán apareciendo. Pero una cosa es obvia.
Somos una pequeña familia, una familia atípica y muy propia. Una amistad increible, extraña e irremplazable. Una amistad que ha ido germinando y creciendo, llegando a convertirse en lo que es hoy. La familia, y cada parte de esta, cada una de nosotras, le hemos otorgado un matiz propio y singular. Un regalo.
Cada palabra, cada instante, cada hilaridad, cada recuerdo de lo acontecido antes, cada fecha, cada ocasión o cada ocurrencia. Todo, absolutamente todo nos ha marcado de alguna manera.
Por todo lo vivido, por todo lo creado y nacido, esto ha surgido. Una nueva forma de hacer aún más nuestra esta convivencia en la distancia y a veces en la cercanía.
Que la gran y vivaz locura siga, completándose también por aquí.
Por todas y para todas.
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